Sustitución valvular mitral por una prótesis
De igual modo que el prolapso mitral, el diagnóstico se realiza mediante ecocardiografía. Las estenosis mitrales importantes pueden requerir actuar sobre ellas, y aunque en sus etapas iniciales (especialmente de la estenosis reumática) el tratamiento de elección no es quirúrgico sino percutáneo mediante una intervención de acceso inguinal, en ocasiones será necesaria la cirugía para sustituir la válvula nativa por una prótesis valvular. En este procedimiento se retiran los velos enfermos de la válvula del paciente y se implanta en su lugar una prótesis valvular, que podrá ser biológica (de tejido animal bovino o porcino) o mecánica (discos de carbono pirolítico). Su elección vendrá determinada esencialmente por la edad del paciente, aunque se tienen en cuenta también otros factores.
En el caso de la estenosis mitral calcificada, el tratamiento quirúrgico también suele ser la sustitución de la válvula enferma nativa por una prótesis valvular.
¿Qué riesgos tiene la sustitución valvular y cuál es el pronóstico tras la cirugía?
La sustitución de la válvula nativa por una prótesis mitral elimina por completo cualquier grado de estenosis o insuficiencia valvular y el procedimiento se realiza actualmente con un riesgo de complicaciones bajo. Dicho riesgo vendrá marcado principalmente por las características de cada paciente y/o sus enfermedades asociadas y por el estado de la válvula, que puede llegar a presentar grandes calcificaciones en algunos casos.
La supervivencia y calidad de vida del paciente tras la sustitución valvular son buenas, aunque el paciente tendrá que pasar revisiones con su médico, tomar fármacos anticoagulantes de manera estricta en el caso de implantarse una prótesis mecánica y ser conocedor de los riesgos asociados al portador de una prótesis valvular mitral.